maria en su estudio

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OBRAS AÑO 1993



María Esperanza Londoño En la Sala de La Javeriana
LOS DESNUDOS Y EL ANONIMATO

Sin tener una información certera sobre los años que lleva tras su pincel María Esperanza Londoño, actualmente exponiendo en la Sala de la Universidad Javeriana, penetré en el amplio salón con tres paredes de tamaño respetable, ocupadas por cuadros de esta pintora y mis ojos cayeron de inmediato sobre dos obras puestas exactamente en el centro de la pared principal: eran la misma espalda femenina dos veces desnuda. Luego mis ojos viajaron de nuevo hacia la misma mujer colgada en uno de los rincones, esta vez abrazada a una de sus rodillas.
Me pareció evidente que lo único importante en esa modelo era su cuerpo. Consciente o inconscientemente, el pincel que la retrató huyó de mirarle el rostro y en su lugar hay sencillamente una línea, un esbozo.
Recorrí también el resto de las paredes con cierta rapidez porque ya de antemano mi criterio me dictaba que la esencia del futuro artístico de esta pintora de años recientes, estará fundamentalmente en los desnudos femeninos en los cuales su línea vigorosa y natural se desplaza por los músculos cobrizos de su modelo.
Me pareció entender de manera muy intuitiva, que así como el niño comienza a tomar conciencia del mundo, descubriendo primero su propio cuerpo, María Esperanza Londoño arribó a la creación descubriendo la elementalidad de una espalda femenina de nalgas generosas y allí estuvo su primer instante artístico, reproducido varías veces en esa mujer que insistentemente pone la espalda al espectador. Por qué? Qué se propone demostrar?
El anonimato. No lo escuche de los labios de la autora. Lo leí en otras de sus pinturas, a las que regresé más lentamente y en las que ya no fue la línea lo que me impactó, sino el alo de anonimato que ella imprime en los personajes de la noche. También sentí que en este caso ella esta obedeciendo más a su intuición que a una racionalización de los escenarios nocturnos. Hombres jóvenes de sombrero la mayoría de las veces con los ojos oculto?. Por qué les esconde los ojos? Porque le falta dominio de la expresión de los rostros. Ahora me devuelvo a la mujer y su espalda. Será esta la respuesta para que ella permanentemente esconda la cara debajo del brazo ?... quizás.
He ahí el reto para la autora. Es capaz de desnudar las figuras. Es capaz de generar una atmósfera. Ahora bien, tiene que trabajar las caras. Esa es su debilidad por excelencia y no puede huirle. Es seguro que afrontará esta etapa de su desarrollo con el mismo valor con que escogió al público universitario para lanzarse al ruedo. En el segundo semestre del año pasado expuso en el Icesi y allí estuvieron sus cualidades y sus debilidades en medio del barullo de las clases. Tuvo adeptos y tuvo inconformes y entre tanto ella continuó trabajando para mostrar los resultados ahora en la Javeriana donde se adivina que hubo una influencia del diálogo con el público: hay mayor expresividad en los músculos, hay trazos delatores en una línea segura.
La exposición se prolongará hasta el 23 de marzo. La próxima vez iremos a leer su evolución y seguramente también su experimentación en materiales. Porque en algunos casos pinta sobre papel de envoltura en un intento por domesticar materiales originalmente no concebidos para el arte.
GILMA JIMÉNEZ CASTILLO
Cali Marzo 1993

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